Asesor personal para comprar vivienda

La figura del personal shopper inmobiliario gana terreno. Las gestiones de estos profesionales ahorran tiempo y dinero a la hora de comprar una vivienda.

A diferencia de los agentes de la propiedad inmobiliaria (API), los personal shopper inmobiliarios no gestionan inmuebles para vender, sino que asesoran directamente a los clientes que buscan comprar. Trabajan exclusivamente para el comprador y, en consecuencia, defienden siempre sus intereses.

Reconocida desde hace años en EEUU, Canadá, Reino Unido o Francia, esta actividad, que surge en España en 2010, tiene todavía un incipiente desarrollo. Aún así, en el último año ha crecido un 50%, según la Asociación Española de Personal Shopping Inmobiliario (Aepsi)

Un ejemplo práctivo: un personal shopper inmobiliario enseña un piso a un matrimonio: 104 metros cuadrados, con garaje, en la tercera planta, situado en el Parque de las Avenidas y con un precio de 363.000 euros. Se ajusta a los deseos del cliente: busca un piso de 100 a 200 metros cuadrados, dos-tres dormitorios, baño y aseo, salón amplio con vistas exteriores y garaje en el edificio cercano. El presupuesto se sitúa entre los 300.000€ y 360.000€. La zona que sea buena pero sin una preferencia concreta.

Éste es solo el primer paso de un completo trabajo de análisis previo. En primer lugar, se realiza una entrevista al cliente para entender bien qué tipo de casa está buscando, sus prioridades, condicionantes y a qué estilo de vida debe responder. Conocidas sus necesidades, se presenta un presupuesto y se firma un compromiso para iniciar la búsqueda. Los inmuebles se captan a través de internet, mediante contactos personales o con inmobiliarias, redes profesionales y visitando las zonas seleccionadas.

El cliente recibe un informe con una selección de viviendas que previamente el personal shopper inmobiliario ha visitado y filtrado. Después, el cliente hace su propia selección e indica cuáles quiere visitar personalmente.

Este informe debe incluir una valoración objetiva de todos los datos técnicos y legales recopilados. No se trata únicamente de informar sobre las cargas y presentar las anomalías o vicios ocultos que tenga la vivienda, sino también de obtener los máximos datos posibles sobre la convivencia en la comunidad o posibles incidencias o conflictos que existan en el edificio. Para ello, una vez que el cliente ha manifestado interés por un inmueble, se solicita información adicional al propietario, administrador de la finca o Registro de la Propiedad.

Con toda esta información, el cliente puede tomar una decisión informada acerca de cuál es la vivienda que más le conviene y continuar con el proceso de compra (financiación, negociación de precio final, condiciones accesorias, firma de documentación, etc.) hasta finalizar con la escritura de adquisición en notaría.

Durante todo este proceso, habitualmente largo y en ocasiones complicado, contará con el apoyo y asesoramiento de su personal shopper inmobiliario.